Como consultores, nos pasa que tenemos acercamiento con personal clave del cliente con el que estamos trabajando y nos cuentan que apoyan el cambio, que están de acuerdo con las acciones propuestas y que podemos contar con su participación activa dentro del proyecto. Pero; ¿Qué pasa cuando estos colaboradores cambian radicalmente su discurso y parece que se vuelven detractores del cambio en otros foros?
Resulta confuso y hasta frustrante para nosotros cuando esto pasa y ante esta situación, como consultores, debemos cuestionarnos por qué estas figuras actúan de esta manera y cómo tenemos que reaccionar.
En Thrad, siempre decimos que el mejor administrador del cambio no es el que mejor planea, sino el que mejor reacciona y recientemente esta afirmación ha cobrado especial relevancia en algunos proyectos en los que colaboramos. El comportamiento humano es muy poco predecible y es por eso que es fundamental que desarrollemos la capacidad de observar y leer los entornos organizacionales y cómo es que estos factores influyen positiva o negativamente en el comportamiento de las personas y sus reacciones dentro de los mismos.
Por ejemplo, un cambio de Dirección General repentino a la mitad de un proyecto puede despertar un sentimiento de supervivencia entre el personal clave de la organización y modificar los comportamientos que tenían hacia el proyecto, desaprobando todo lo que se había hecho bajo la administración anterior con la intención de demostrar apoyo incondicional a la nueva administración.
Lo peor que podemos hacer es dejarnos influir por el entorno que vive la organización y quedarnos paralizados o no hacer nada, pensando que estas situaciones no tendrán un impacto en el proyecto y en las personas. Por eso tenemos que ser flexibles y reaccionar rápido, planteando o ajustando las estrategias y acciones necesarias para resolver todo aquello que pueda impedir que se alcance el objetivo del proyecto.
Siempre he pensado que el verdadero valor que un consultor ofrece a sus clientes es el de su visión externa, ya que ésta no se ha visto afectada por todo lo que se está viviendo en la empresa. Necesitamos desarrollar un alto sentido de percepción para observar, leer y entender el comportamiento humano e identificar la raíz de esos comportamientos cuestionándonos todo el tiempo qué los mueve, qué es lo que buscan o qué emociones y sentimientos están viviendo las personas para ayudarlos a desenvolverse mejor en su organización, ser mejores ejecutivos y por qué no tener una mejor calidad de vida.