Anteriormente, me he encontrado con casos en los que al finalizar un proyecto y hablar sobre los resultados esperados con las audiencias impactadas dentro de la compañía, muestran satisfacción y retroalimentaciones donde reconocen el acompañamiento y adaptación de la o el consultor dentro de la empresa. Pero, ¿realmente podemos medir los resultados y satisfacción de una manera real? No basta solamente con escuchar al patrocinador feliz por la culminación de proyecto. ¿La audiencia se adaptó al cambio? ¿Surgieron o se repitieron malas prácticas a corto, mediano o largo plazo? ¿El cliente ve una diferencia entre el antes y después de nuestra paso como consultoría?.
Estas y muchas preguntas más sobre el valor que agregamos como consultoría y dejamos sembrado sobre el cliente para un futuro seguimiento, son constantes preguntas que nos debemos plantear no solamente al finalizar cada proyecto. Es vital buscar estas respuestas durante el proyecto. Frenarnos a ver la big picture del resultado que estamos trazando. Y existen muchas maneras de poder dar este seguimiento:
- Sesiones de rendición de cuentas y planteamiento de expectativas con el equipo
- Cuestionarios de desempeño de consultores a cliente
- Autoevaluación
Lo importante siempre será hacer esta introspección en tiempo y forma oportuna, ser realistas con nosotros mismos y con el cliente sobre los resultados esperados y siempre buscar el hacer un cambio significativo. Dejar huella. Porque si no lo hacemos nosotros, lo hará otra persona más. Al final, podremos tener cierres de proyectos, pero el que sean exitosos y satisfactorios dependerá totalmente de nuestra alineación y comunicación con los altos mandos del proyecto.